En la mitología de varios países orientales, sobre todo en China y Japón, el dragón representa el poder espiritual supremo y es el símbolo más antiguo y más ubicuo del arte oriental. Los dragones representan el poder terrenal y celestial, el conocimiento y la fuerza. Viven en el agua y proporcionan salud y buena suerte y, según la creencia china, traen la lluvia para las cosechas. El dragón de los tradicionales desfiles chinos de Año Nuevo repele los malos espíritus que podrían echar a perder el año que se inicia. El dragón de cinco garras se convirtió en el emblema imperial chino; el de cuatro es el dragón normal, y el japonés tiene tres garras. En la mitología hindú, Indra, dios del cielo y de la lluvia, mata a Vitra, dragón de las aguas, para liberar a la lluvia.